Ala Quebrada...., un vencejo que casi se arrancó el ala contra el cable anclado muy cerca de la junta de dilatación donde dcidió anidar, desde entonces,día tras día lo esquiva para poder alimentar a su polluelo.

viernes, 30 de octubre de 2009

IKEA, la cuchillada final..., mientras Camps sonrie imaginando las comisones y dádivas que soltarán los suecos a diestro y siniestro.

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Canal Nou Toxinas daba la noticia de la implantación del gigante sueco en Valencia, como siempre utilizaba la palabra que mas les gusta..., “impacto económico”, hablaban del impacto económico en Paterna y en toda la comunidad, hablaban de los mas de 2000 puestos de trabajo que se crearían y del movimiento empresarial que se produciría para abastecer a la multinacional. Después entrevistaban a algunas personas que respondían encantadas, también a propietarios de bares y restaurantes que sonreían aún mas..., lo curioso es que no preguntaron a ningún ebanista, a ningún carpintero y a ningún tapicero..., de los que diariamente son despedidos aquí, en la región de las carreras de veleros, en la ciudad donde vuelan los Formula 1 por sus calles, en la ciudad de las competiciones ecuestres o de los torneos de tenis..., la misma ciudad que día tras día observa indiferente como la industria textil y del mueble se desangra, agoniza y muere lentamente sin que nadie le eche una mano, sin que nadie aminore las cargas que soporta, sin que nadie la nombre..., mientras que la industria juguetera ocupa minutos y minutos en ese mismo canal privado del PP, llamado por mi Canal Nou Toxinas, la llamada televisión de todos los valencianos, la misma a la que se desvían parte de mis impuestos..., mientras que cualquier petición o capricho de Ford recibe una respuesta instantánea y vergonzosa por parte del gobierno autónomo o mientras las industria azulejera, afianzada en territorio Fabra recibe los fondos que haga falta.

Se informaba en la misma noticia que IKEA comenzaría a funcionar hacia el 2012, justo cuando la mayor parte de la industria del mueble y del textil en Valencia ya habrá desaparecido o se encontrará exhausta, descapitalizada e incapaz de reaccionar ante semejante reto.

IKEA llegará y muy posiblemente provocará el cierre de bastantes carpinterías, caerán los pequeños talleres de tapicería, las tiendas de complementos de decoración verán descender sus ventas aún mas y puede que yo mismo y mi pequeño taller de esqueletaje sucumbamos, después de aguantar esta crisis que poco a poco se va hundiendo en el vientre de las pequeñas y medianas empresas..., pero realmente los suecos no tendrán la culpa del todo, tampoco la dejadez y la falta de escrúpulos de Camps y sus acólitos..., gran parte de esa culpa será de los propios empresarios que hasta ahora habían estado nadando en la abundancia, apenas invirtiendo en sus empresas, en tecnología, en publicidad, en estudios de mercado, en procesos de fabricación y distribución, en tareas de innovación y diseño, en formación y adiestramiento de las plantillas, en la atención al cliente..., aquí en Valencia ha primado eso de “esto siempre se ha hecho así y así se va a seguir haciendo..”, aquí se ha creído en conceptos comerciales ya desfasados y poco eficaces, como el de la fabricación en serie para abaratar costes pero sin calcular la penetración del producto en el mercado, sin calcular las ventas de ese nuevo sofá, la aceptación que va a tener.

Hace un año, cuando la crisis ya mordía pero sin apretar demasiado, tuve una charla con un tapicero que de alguna manera se jactaba de que las crisis no iba con él, su hija también estaba en la conversación..., y en un momento dado levante la vista y vi que el inmenso altillo de la nave estaba repleto de esqueletajes cubietos de polvo y arrinconados, modelos a medio empezar, sofás que estaban allí arriba olvidados, ocupando espacio y sin devolver el dinero invertido en ellos.

- Vaya..., tenéis ahí arriba mucho esqueletaje almacenado..., ¿no os compensaría pedir solo los que necesitáis...?.

- No, no -respondió la hija, una muchacha de hermosos cabellos ensortijados y rubios- es que así sacamos precio.

Recuerdo que cabeceé y volví a mirar esa ingente cantidad de sofás que jamás se tapizarían. Lo que el padre y la hija no sabían en esos momentos es que yo había entrado a sustituir a ese otro carpintero que solo aceptaba pedidos de seis en seis..., ahora fabricaba yo de uno en uno y con un pequeño sobrecoste que pese a todo compensaba a todas luces, conmigo se habían terminado los estocks, la picaresca a la hora de facturar y la fabricación a medida fija.

Bien es cierto que hay empresas en Valencia bien gestionadas, que son capaces de diseñar, fabricar y lanzar productos de calidad..., pero se topan con de nuevo con esa mentalidad parásita y sin principios del resto de las empresas que compiten en el sector. Es muy fácil esperar a ver esos muebles, esas sillas, esos sillones o esos sofás para después copiarlos sin haber invertido un euro en diseño ni en creación. Y voy a confesar que eso ocupa gran parte de mi trabajo, a mi carpintería suelen venir con catálogos, con revistas de decoración o con imágenes descargadas desde la misma IKEA.

Un amigo tapicero me trajo uno de esos modelos suecos en papel, recuerdo que vi el precio, realmente bajo y luego le dije.

- Tu no vas a poder sacar ese precio..., estos sofás los fabrican a miles y a medida estándar.

- Ya se lo he dicho al cliente -respondió Jose- pero no le gustan las telas que le ofrecen y lo quiere de un poco más grande.

- Bueno, pues lo hacemos y ya está.

Lo hice a la semana siguiente..., y así muchas veces, lo único que puedo decir es que mis “replicas” son tan buenas o mas que los originales.

Hoy, final de mes he hecho el balance de la producción y la he comparado con la de octubre del año pasado..., el resultado ha sido escalofriante, aunque ya lo intuía, la caída ha sido de un 55,7 %, esto es quiebra técnica, ¿no..., Josep Julian y German...?, lo peor es que este índice de caída es mas general de lo que uno se puede imaginar. Esta misma tarde he llamado a un cliente que me debe casi 500 euros, me ha encargado otro sofá y luego a añadido que ya verá si me puede pagar. El tiempo de cobro, incluso a mis mejores clientes se está alargando de manera angustiante..., de momento hago frente con mis reservas, con el estrecho colchón económico que creé para respaldar la carpintería de alguna contingencia.

IKEA se perfila amenazante en el horizonte, llega con unas ideas avanzadas, con un fortísimo respaldo de capital, con unos conceptos comerciales que nuestros empresarios del mueble y del textil desconocen o que simplemente niegan recitando aquello de “aquí las cosas se hacen así...”..., hasta que llegaron los cromañones y poco a poco extinguieron a los que entonces hacían las cosas como siempre.

También es posible que IKEA replanteé la mentalidad del sector, que refresque las mentes de los propietarios de las empresas que hasta entonces las habían estado conduciendo como siempre, sin ser conscientes de que la globalización nos afecta a todos, sin ser conscientes de que los tiempos cambian mas rápido de lo que nos imaginamos..., lo único positivo del aterrizaje del gigante llegado del frío será que nos espabilará, saldremos a traspiés, tropezando, algunos no podrán levantarse y otros seguirán existiendo, recuperando parte de los clientes cuando la gente descubra, que al fin y al cabo no es "oro todo lo que reluce"..., IKEA no es la panacea, no dan euros a sesenta céntimos y ni sus muebles son lo “lo más de lo más”, sin embargo es algo que han logrado que creamos..., y esa es una de las razones de su éxito.

miércoles, 21 de octubre de 2009

NEARDENTALES, ¿POR QUE SE EXTINGUIERON?.

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“Investigación y Ciencia”, lanza su número de octubre con esta pregunta: “Neardentales, ¿Por qué se extinguieron?”, y la periodista Kate Wong comienza su artículo localizando los últimos asentamientos Neardentales en Iberia, cita las cuevas de Gibraltar como las últimas tierras colonizadas por estos ancestros que surgieron en la Europa Glacial hace unos 200.000 años. Este asentamiento sería algo así como la migración final escapando de los hielos, de las hambrunas, de los cambios en la fauna y en la vegetación provocados por los cambios bruscos y repentinos del clima..., nos relata la periodista. Unas variaciones demasiado rápidas, según algunos investigadores para que neardental se pudiera adaptar a esas nuevas condiciones de manera eficaz, está claro que muchos de ellos lo consiguieron, pero sus poblaciones ya se habían fragmentando de manera irreparable. El índice de natalidad habría descendido y los periodos de carestía alimentaría continuarían minando sus clanes hasta la desaparición final de esos humanos que coexistieron con los sapiens, con nosotros mismos durante 10.000 años.

La imagen del ultimo neardental mirando hacia África siempre me ha humedecido los ojos…, no se, los imagino como felices, lejos de los fríos, de las glaciaciones que vivieron y a las que se adaptaron perfectamente, en la soledad de aquellos inmensos glaciares, de hielos azules y altas paredes congeladas, como los únicos humanos que ocupaban aquel silencioso continente, en el que solo se escuchaban las berreas de los ungulados, los barritos de los mamuts lanudos, los aullidos de los grandes lobos, los gruñidos de los predadores desde la espesura de aquellos bosques impenetrables de coníferas…, o sus propias voces, el sonido de sus cacerías cuando todo el clan lo hacia al tiempo, mujeres y niños alborotando para conducir a las presas hacia las emboscadas donde esperaban los hombres armados con lanzas cortas y recias, rematadas con puntas de silex…, en Gibraltar, en la cueva de Gorham ya no vestirían con cueros cubriendo sus cuerpos fornidos y recios, y sus pieles pálidas y blanquecinas habrían comenzado a broncearse, como las de esos otros humanos con los que a veces compartían territorios de caza, con los que a veces se encontraban cara a cara, con los que a veces comerciaban, contra los que a veces luchaban…, pasearían por la costa marisqueando, aprovechando los peces muertos que el mar arrojase sobre la arena o pescando con arpones…, ellos no sabían que estaban en la ultima frontera, ellos no sabían que eran los últimos neardentales o puede que si, puede que lo intuyesen, como la madre que describí en otro de los capítulos de “Atapuerca 640, mi viaje”…, ellos no sabían que al otro lado del mar existía otra tierra, otro continente…, el continente Madre.

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"Movimiento de gentes, largas marchas, migraciones de generación en generación, durante miles de años por tierras que desconocían pero que eran más acogedoras que aquellas que dejaron sus antepasados que vivieron y evolucionaron en la Europa Primigenia. Quedaron atrás los eternos hielos, las sombrías y gélidas cuevas y ese cegador reflejo de las nieves y de los glaciares eternos que obligaba a entornar los ojos y a mirar hacia abajo, a cubrirse el cuerpo con pesadísimas pieles de las cuales no podían desprenderse ni para dormir. Se alejaban de ese frío que se incrustaba en sus organismos en forma de dolor brutal en las articulaciones y congelando pies y manos. Huían del hambre cuando los inviernos no cesaban, las largas lunas y soles, noches y días dentro de la caverna en penumbra, con el fuego siempre encendido, quemando madera, huesos, excrementos, astas..., ella no lo vivió, pero muchas veces tiene esos recuerdos, incluso siente el frío y ve como todo los pelos de su piel, ya algo más bronceada, quieren salirse tirando de ella hacia fuera, entonces cierra los ojos y aspira el humo de esas brasas que prepara con unas hierbas que solo ella conoce y que le sirven para ver cosas que no puede cuando abre los ojos. Aspira de nuevo, baja sus parpados y percibe el rumor de las olas allá abajo. Nació en esa caverna y no sabe lo que es la nieve o el hielo, aunque una vez vió una enorme montaña blanca flotando sobre el mar grisáceo, que aquella vez no era azul, era gris como un cielo que tampoco tenía el color de siempre. Sonríe al recordar lo que le dijo entonces la más vieja de las mujeres del clan, “nosotros vivimos allí hace muchas lunas...”, y desde aquella vez es capaz de volver a ver esas montañas cegadoras cuando aspira el humo, siempre a solas, cuando los tres hombres salen a cazar y cuando su bebé duerme. Escucha el mar, esa inmensidad que siempre está en movimiento y a veces, si logra concentrarse en alguna de esas aves que surcan el cielo en curiosas formaciones triangulares, es capaz de sentir el viento, la suspensión por encima de las aguas. Es capaz de descubrir una línea de tierra en ese horizonte invisible desde su cueva, ve otra costa, la espuma blanca de las olas rompiendo sobre ella y a manadas de animales corriendo, migrando y dejando tras ellos estelas de polvo. Ve otros semejantes a ella y a los suyos, pero no viven en cavernas, viven en chozas y si logra descender, moverse entre ellos sin que la descubran, sin que se den cuenta, entonces llega a sentir la tierra bajo sus pies desnudos y en lo más profundo de su cerebro, un recuerdo que se pierde en nuestros ancestros más remotos. Es capaz de ver las selvas y las extensiones de las sabanas abiertas por los cambios climáticos cuando se yergue sobre sus dos piernas..., los carboncillos se van consumiendo, dejan de humear y el rostro de la mujer neardental se contrae, frunce la frente y oscila.

Está acuclillada junto a su bebé, la criatura también se mueve nerviosa entre las pieles que lo protegen, la mujer gime, cabecea y se abraza a si misma como si algo penetrase violentamente en su tórax, tratando de contener el dolor, la hemorragia provocada por el venablo de uno de esos muchachos sapiens que tratan de robarles el viejo buey que los tres neardentales han logrado abatir. Neardental emite un alarido de dolor y ve su sangre manar sobre su propia piel y por la vara afilada, la sujeta con sus poderosas manos y tira de ella hasta que logra extraerla, la arroja furioso, alza la cabeza y ve al joven que le ha herido. Está en lo alto de un lomazo, recoge su corta y pesada lanza y carga contra él, arroya a su paso la vegetación y ve como el diferente trata de colocar otra de esas pequeñas pero mortíferas lanzas en una pieza de madera que les permite enviarlas mucho más lejos que él y con mayor potencia.

El sapiens es un adolescente y gran parte de su atlético cuerpo está cubierto con pinturas complejas en tonos blancos, negros y ocres..., ahora es él quien levanta la cabeza y ve a ese otro que está demasiado cerca, no puede creerlo, le ha alcanzado de lleno con su primer lanzamiento y continua en pie, demasiado, cerca, tan cerca que incluso puede ver el brillo de la sangre en su musculado y ancho tórax ..., y algo le empuja hacia atrás desde la barriga, tiene el rostro del otro hombre muy cerca del suyo, nunca antes había estado tan cerca de uno de ellos, no puede apartar sus ojos claros de esas negras pupilas, hasta que un velo oscuro va cayendo ante sus ojos sin que haya llegado a ver la lanza incrustada en su abdomen, se derrumba y neardental se da media vuelta buscando a sus compañeros. Escucha sus gritos, los gruñidos y alaridos del enfrentamiento contra los otros, pero son muchos y les envían las lanzas desde cualquier sitio. Ellos no pueden lanzar lejos y tratan de esquivarlas, de acercarse hasta lograr tenerlos al alcance de sus varas, pero los venablos siguen volando y uno de ellos le alcanza por la espalda. Siente el golpe y se gira con grito, aún puede ver a otro joven diferente, inspira profundamente y corre hacia él. Sujeta su pesada lanza con ambos brazos y el venablo se balancea en su espalda, no aparta sus ojos de él y ve como ese brazo mucho más estrecho que el suyo se alza, se mueve hacia atrás y con un rapidísimo movimiento le envía otro venablo que zumba en el aire hasta que se estrella en su pecho. Le atraviesa el grueso esternón y revienta una de las cavidades del corazón, la sangre sube y brota por su boca, neardental trastabillea y cae a los pies de sapiens...., ya no se oye nada, solo algún lamento y poco a poco surgen las voces de los muchachos del poblado, suenan temerosas, algunos balbucean entre sollozos ante la masacre. Ninguno de ellos imaginaba que terminaría así, han muerto ocho de los jóvenes. Unos quince salieron del poblado dispuestos a seguir a los cazadores neardentales hasta que estos abatiesen una buena pieza, después solo tenían que arrebatársela, como siempre o ahuyentarles, pero todo se complicó y ahora los buitres sobrevuelan el cadáver a medio descuartizar del buey, sus siluetas planeando proyectan sombras sobre la tierra..., hasta que se posan y a saltos se acercan a los cadáveres, picotean los restos de los neardentales, meten sus largos cuellos entre las vísceras del bóvido o se disputan entre picotazos y saltos los cuerpos humanos. Graznan los cuervos y las hienas ya trotan hacia los despojos.

Un pequeño fuego crepita dentro de la cueva, la mujer neardental amamanta al pequeño y no cesa de mirar hacia la entrada, también ha prendido unas llamas ahí fuera para que puedan guiar a los cazadores, a su propio hombre..., pero no es él quien se acaba de detener ante la fogata, es una mujer, una mujer que no es como ella, pero la conoce. A veces se han encontrado recolectando plantas o rastreando la playa en busca de los peces muertos que las olas arrojan sobre la arena, mariscando o trabajando las pieles al viento de levante. La mujer entra y se acuclilla frente a ella, junto a su hogar, frente a sus llamas y puede ver cuan distintas son. Sobre todo le parece extraño y curioso el color y las formas de sus cabellos, la manera de trabar el cuero para vestirse, las piezas de marfil, los dientes de carnívoros que cuelgan de su cuello, incluso por las orejas perforadas. También tiene señales en el rostro hechas con colorantes y es más alta que ella, su cabeza también parece más alta y su voz está llena de tonos y variaciones, matices y sonidos que jamás había percibido entre su gente. La escucha sin entender lo que dice pero sabiendo el significado de esas gotas de agua que resbalan desde sus ojos y que brillan con las llamas, nota su tono acongojado y el desanimo de su espíritu por culpa de lo que otros han hecho. Las manos de la mujer distinta pasan sobre las llamas, perciben el calor en sus palmas y se encuentran con la de ella, con la de neardental, el bebé observa y su madre tiene la certeza de que ella será la última. No podrá trasmitir a nadie los conocimientos de las hierbas ni podrá contar las antiquísimas historias de su pueblo, de los auténticos hombres del hielo que dejaron aquellas tierras para encontrar otras en las que sus vida fueron más fáciles hasta que llegaron los que son como esa mujer que ha entrado en la caverna. Siente el calor de ella envolviendo su mano, los latidos, esas pulsaciones que solo se notan en los vivos y que sirven para saber cuando alguien se va a enfriar para siempre..., cierra los ojos y se acurruca en lo más profundo de la cueva, deja que las llamas se consuman y una silueta se mueve fuera de la gruta, aprieta algo contra su pecho y el llanto de un bebé se escucha en la noche de los tiempos, pero la mujer le susurra algo y la criatura vuelve a dormirse, es una voz que el bebé tampoco ha escuchado nunca.. Se escucha el rumor de las olas, algunas voces siseantes, el canto de las aves nocturnas y el de las diurnas cuando amanece, cuando el sol proyecta su luz contra la cueva, cuando se eleva y nadie sale de ella, suena el murmullo del mar y el zumbido del viento de levante volviendo a soplar en el estrecho".

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La cueva de Gorham, en Gibraltar..., en algun momento

de nuestras prehistoria, ellos entraron y salieron de la

caverna, charlaron y escucharon el sonido de las olas

percibieron el viento cargado de salitre, de agua marina

pulverizada.

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Los restos de una mujer Neardental, útiles de silex utlizados por

. ella y los suyosy restos oseos de un íbice..., al fondo las vistas

del estrecho, de esas aguas que llenaron de calidez las vidas de

los ultimos Hombres del Hielo.


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¿Quiénes fueron los Neardentales?, ¿cómo eran físicamente?,¿ hablaban?, ¿tenían arte?, ¿enterraban a sus muertos?, ¿es cierto que practicaban el canibalismo gastronómico habitualmente?.


Hace mas de 1.700.000 años se producen las primeras migraciones, los primeros movimientos humanos desde África hacia Europa, son los Homo erectus que se asentarán en Asia…, los movimientos no cesarán, seguirán ocupando nuevos territorios, seguirán explorando y evolucionando hacia nuevos humanos…, pero ya fuera de África, en distintos ambientes, en distintos climas, con distintas pautas alimentarías…, que lentamene irán seleccionando a los individuos y a sus genes, acumulando mutaciones, algunas negativas, que terminarán con la desaparición de esas poblaciones y otras positivas que les facilitarán la supervivencia y la adaptación. En ese momento, hace unos 200.000 años y siempre hablando de Europa, surge Neardental, la nueva especie humana, el salto evolutivo desde Homo Heidelbergensis hacia otro humano, también llamados “Hombres del Hielo”…, mientras tanto, al mismo tiempo pero en África ya se comienza a perfilar otro salto evolutivo, pero de otra rama, de otro tronco genetico, Homo sapiens, otro homínido mas inquieto y mucho mas inteligente que aquellos primeros homos que salieron del continente, una nueva migración estaba a punto de producirse, esa que protagonizarían los llamados por mi, “Hijos de la Eva Negra”, pero hasta ese momento, neardental ocuparía Europa ajenos a ellos.


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¿Cómo eran los Neardentales?.


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Los Hombres del Hielo eran de estatura más bien baja y de complexión recia y maciza, se ha calculado su altura en torno al 1.70, con pesos que oscilarían entre los 75 y 85 kilogramos, se sabe que poseían una gran masa muscular y en proporción a las estaturas y pesos de nosotros, muy superior a la nuestra. Sus huesos eran gruesos y aún se pueden ver en ellos las huellas de las inserciones de las aponeurosis musculares y decenas de fracturas reparadas, de lesiones realmente graves que nos desvelan el tipo de vida, de alimentación y de caza que desarrollaban.

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. El cráneo de la izquierda es de un neardental, el de la

derecha es de un sapens, pero está demasiado inclinado

hacia atrás y apenas si sepuede percibir la mayor altura

de la frente y de la bóveda craneal.

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Poseían una masa cerebral superior a la nuestra y su cráneo era de frente más bien baja y alargada hacia atrás, de paredes gruesas y fuertes. Sobre sus ojos crecían unos arcos supraorbitarios también prominentes y su rostro se proyectaba hacia delante, descendiendo hacia una mandíbula más bien estrecha, de apariencia débil y sin pico en la barbilla.


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Reconstrucción del perfil de un joven neardental

realizada por investigadores de la universidad de

Illinois en Chicago.

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Realmente existían diferencias entre ellos y nosotros, la longitud de las piernas era algo mas corta en proporción a los brazos y la arquitectura de las caderas y de los omoplatos también variaba respecto a nosotros. Es posible que neardental no tuviese una locomoción tan armoniosa, hábil y eficiente como la de esos sapiens que evolucionaban en África, pero en ningún momento sería simiesca, torpe o de apariencia poco humana.

Esas diferencias fisiológicas iban a marcar la existencia de neardental, iban a condicionar el tipo de alimentación y el tipo de caza. Esa enorme masa muscular necesitaría de un aporte continuo de proteína de origen animal para mantenerla funcional y también un aporte elevado de calorías para poder mantener un ritmo metabólico mas elevado que el de sapiens… y ahí se adivina una de sus desventajas, las que les llevaría a la extinción, a la desaparición del ultimo humano bípedo que existió en la Tierra junto a nosotros.

Neardental depredaba sobre los grandes mamíferos de la época, desde ciervos, renos, rebecos y cabras montesas…, hasta los enormes y míticos mamuts lanudos. Pero la ingesta masiva de proteína tenía un problema, acidificaba la sangre tras la digestión y eso provocaba que el organismo de neardental usase el calcio de los huesos para alcalinizar y devolver el equilibrio ácido-básico. Los fósiles hallados nos muestras esas marcas de descalcificación, de artritis, de problemas óseos cuando llegaban a edades avanzadas, de entre los 30 o 38 años…, entonces ya eran viejos y posiblemente con problemas de movilidad articular.

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En la foto superior se ve la hendidura brutal en

la costilla de un neardental..., que sobrevivió a se-

mejante lesión. En la inferior se ve el hueso del

afectado por una artritis grave.


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La caza de neardental era peligrosa, cazaban acosando y acercándose demasiado a sus presas, se creé que esa peculiar arquitectura del omoplato les impediría levantar y voltear las lanzas por encima de su cabeza, para poder lanzarlas a cierta distancia. Neardental usaba su fuerza extraordinaria para hundirlas con sus propios brazos…, eso desembocaba en muchísimos accidentes, en numerosas lesiones, en contusiones y en desgarros tras cada cacería…, pero curiosamente, se recuperaban. La mayoría de los restos óseos de neardental recuperados tienen restos de esas heridas, de esas roturas…, nos cuentan el tipo de vida que llevaron, su dureza, sus periodos de hambruna, su vejez doliente y casi inmóvil …, y por mucho que a alguno le moleste, su carácter épico y humano, tan humano como el nuestro.

¿Podían hablar?


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El lenguaje, esa brillante capacidad que solo se le reconoce al hombre, la compleja cualidad sobre la que se ha construido nuestra sociedad…, también la poseía neardental, no con la extraordinaria amplitud y complejidad del nuestro pero si con la suficiente capacidad de trasmisión de información y de sentimientos como para poder subsistir durante miles de años en entornos difíciles que exigían de cooperación y de intercambio de datos de una forma precisa y eficaz entre sus miembros.

La lengua no fosiliza, tampoco las cuerdas vocales…, pero si un huesecillo al que va anclada la musculatura que acciona la lengua, el hioides. Se han hallado en yacimientos Neardentales y su estudio a revelado que era muy parecido al nuestro.

Y Kate Wong, nos recuerda en el articulo de “Investigación y Ciencia” que en escaso material genético de neardental que se ha podido estudiar se ha encontrado el gen llamado FOXP2, el mismo que poseemos nosotros y que está ligado directamente con la producción del lenguaje. Aquí también hay discrepancias entre los investigadores, a veces me da la sensación de que hay una curiosa corriente que trata de mantenerlos lejos del linaje humano, que desea que la humanidad los recuerde como seres toscos, bestias y sin habla..., yo puede que los idealice demasiado, pero eran humanos, hijos de la evolución, puede que no de Dios, puede que no de ese que hace los Diseños Inteligentes que pueblan la naturaleza, pero estoy seguro de que hoy en día, un neardental podría pasear entre nosotros sin que nos fijásemos demasiado en él.


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¿Tenían arte?.


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Ningún neardental pudo contemplar el maravilloso techo de Altamira, las cuevas se pintaron hace unos 13.000 años, ellos ya nos habían dejado..., pero si que es posible que llegaran a contemplar otras pinturas muchos mas sencillas y humildes hechas por los cromañones con los que coexistieron durante sus últimos años. Es muy posible que le llamara la atención las pinturas con ocre o carbon en los abrigos al aire libre, en alguna pared, sobre algunas rocas que recordasen a animales o sobre los propios cuerpos de esos recién llegados.

No se han encontrado pinturas atribuibles a neardental, tampoco objetos de decoración personal, como si ocurre en los yacimientos de cromañones sin embargo si se ha podido constatar que los últimos neardentales comenzaron a compartir con nosotros la curiosidad por la decoración. Se han hallado algunos colmillos perforados y otras piezas que abren la posibilidad a contactos reales y amigables entre nosotros y ellos.

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Cuchillos tallados con las nuevas técnicas

que neardntal imitó de cromañón, tambien vemos

unos dientes de alce y el colmillo de un lobo, perforado

Elementos ornamentales que surgieron al final de

su periplo. Neardental añadia a sus vidas unos nuevos

elementos..., conocían por la primera vez una forma

distinta de concebir la existencia..., pero demasiado

tarde para dar un giro a su destino.

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Tampoco se han encontrado agujas o punzones..., elementos que de nuevo aparecen con cierta facilidad en las ocupaciones de cromañón, herramientas que utilizaban para confeccionar ropajes mas elaborados, para coser desde esas mismas ropas de piel hasta artes de pesca o caza.

Neardental no llegó a desarrollar esa capacidad cerebral de abstraccion y si lo hizo no se han hallado, yo no tengo ninguna duda de que al final de sus días, estos humanos imitaron la vida de los sapiens, sus formas de tallar la piedra, alguna de sus técnicas de caza o de recolección, incluso esa curiosa pasión por decorar sus cuerpos y sus ropas, con tintes o con huesos de animales bellamente tallados.

Neardental se refugió en el cálido y sereno clima de la península ibérica, lejos quedaron aquellas glaciaciones, aquellos inviernos interminables, la carestía de alimentos, las largas temporadas encerrados en cuevas oscuras y húmedas mientras en el exterior se acumulaba la nieve y el hielo..., algo muy distinto a lo que veían desde las cuevas del estrecho de Gibraltar.

Todo había cambiado tanto..., incluso esos recién llegados eran distintos a ellos, más altos, con los brazos y las piernas más largos y estrechos..., y con las cabezas distintas a los de ellos. Les llamaba la atención sus pequeños rostros, daba la sensación de todos eran niños altos y espigados..., neardental tampoco podía saber que esos rostros habían dejado de crecer para permitir la expansión cerebral, tampoco que ese cráneo alto y globoso era de paredes muy finas con el fin seguir ganando espacio para el nuevo cerebro..., nuestro rostro actual es el de los niños de nuestros ancestros.

Neardental no lo sabia, aunque desde luego intuía que eran demasiado distintos. No sabia que ese nuevo humano, que sapiens tenia un sistema metabólico mas eficiente y económico, que necesitaba de menos calorías para desarrollar el mismo movimiento, para mantener la misma actividad y que se alimentaba prácticamente de todo. Esos nuevos tenían mas bebes y sus mujeres y niños no participaban directamente en las cacerías, movían mucho la boca y a veces los oían hablar muy rápido, con sonidos que a ellos les costaba de reproducir. Se reunían en clanes muchos mayores y ocupaban grandes territorios de caza, los lagos y las fuentes..., vivían en refugios de madera y piel o en amplias cuevas, de entradas abiertas y soleadas.



¿Enterraban a sus muertos?.


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Se han encontrado restos de aparentes enterramientos neardentales, pero siempre controvertidos. Lo que para algunos paleontropólogos eran enterramientos para otros eran simples acumulaciones de cadáveres.

Aquí en Iberia y mas concretamente en la Sima de los Huesos de Atapuerca se ha dado con una de esas curiosas acumulaciones de cadáveres en un mismo lugar, aparentemente sanos y de edades variadas, desde jóvenes a adultos..., algo mas de treinta personas que fueron arrojadas a una sima, lejos del alcance de los predadores y carroñeros que habrían aprovechado esos cuerpos para alimentarse. Podría parecer algo muy distante a un enterramiento...,sin embargo entre los lodos y barros milenarios que habían protegido sus osamentas se encontró un hermoso bifaz de cuarcita veteada de rojo, una herramienta lítica compleja y que nunca llegó a utilizarse. Los directores del yacimiento de Atapuerca la han definido como la primera ofrenda fúnebre de la humanidad.

En algunas de esas tumbas neardentales se han encontrado objetos curiosos, como cuernas, mandíbulas de ciervos, algún útil lítico colocado en el pecho, partículas de polen, algunos colmillos..., objetos que aquellos humanos dejaron junto a sus seres queridos.

No podemos saber que pensaban, si escenificaban algún ritual, si creían en otra existencia..., pero está claro que los sepultaban.


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¿Eran caníbales...?.


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Hace unos meses tuve una agria polémica con uno de los lectores y comentaristas habituales del blog de Eduard Punset..., me atrevía a hablar de la cultura Neardental como lo he hecho durante estas líneas, en este articulo, con cierta nostalgia, con ternura y dejándome llevar por cierto romanticismo, sintiendo cierta simpatía hacia esos humanos que nos acompañaron en nuestra ultima andadura antes de completar la ruta evolutiva de homo sobre el Planeta Azul.

Esta persona cargó contra mi comentario, con sumo respeto, sin insultar, con la ironía y la altivez aflorando en cada palabra, en cada letra..., hasta que declaró que él sentía repulsión hacia la cultura musteriense (así se denomina al periodo neardental en la prehistoria, referido sobre todo al estilo de talla y técnica de los útiles de piedra), se asqueaba de esos ancestros y argumentaba que eran caníbales, que se comían unos a otros. En ese momento yo perdí los papeles y le dije de todo..., pero sin faltar, no pude tolerar que esta persona utilizara un argumento tan frágil y tan poco trabajado y se dejase llevar por las ideas preconcebidas, por la interpretación anómala y tendenciosa de unos hallazgos en una cueva croata. Se encontraron restos de un cráneo humano con evidentes marcas de descarnación, otro humano había raspado concienzudamente la carne de ese cuerpo y la había consumido. Sin embargo para otros investigadores esto podría ser los vestigios de un ritual, una especie de honra fúnebre.


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Marcas de descarnación en una calvaria humana hallada

en una cueva croata, ocupada por los neardentales.

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No hay muchas mas evidencias de la practica de ese canibalismo sistemático que muchos argumentan para desacreditar a neardental, para dejarlo como a un ser simiesco que hablaba con gruñidos, que caminaba balanceándose con una garrota al hombro y que arrastraba a sus mujeres por las largas y enmarañadas melenas.

Yo veo a algún clan neardental atrapado en una cueva, con metros y metros de nieve en el exterior, con piedras y losas de hielo ocupando los ríos y los lagos, veo la muerte acechando en torno a esas tenues fogatas, veo el hambre minando sus poblaciones y veo a un grupo de supervivientes comiéndose a un compañero muerto de inanición, de vejez, de una pulmonía o simplemente muerto de frío cuando intentaba cazar algo o traer algo mas de combustible..., ¿quién no comería sabiendo que el invierno glacial no remitiría hasta cuatro o cinco meses después de acabar con las ultimas provisiones...?



¿Y Por que se extinguieron?.


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Esta es una pregunta que siempre a interesado a los investigadores, a los arqueólogos, a los paleoantropologos y al público aficionado o curioso..., como yo.

Neardental dominó Europa durante casi 200.000 años, se adaptó a una climatología dura que poco a poco fue perfilando sus rasgos, seleccionando sus genes, sus costumbres, su modo de vida. Con el paso de los milenios aprendieron a moverse, a escapar de esas condiciones tan exigentes con largos inviernos que acababan con la caza, con los pastos y con los bosquetes en los que ellos lograban recolectar algo, pero también a sobrevivir en aquellas condiciones, pero parece que al final de su existencia se sucedieron unos cambios climáticos muy bruscos y rápidos, tan súbitos que parece que neardental no tubo tiempo de reaccionar y poco a poco sus grupos tribales y clanes se fueron fragmentando. El entorno físico en el que cazaban fue variando demasiado deprisa, cambiaron las especies vegetales, las presas habituales de neardental, como los mamuts lanudos y los rinocerontes lanudos, fueron sustituidos por renos y ciervos..., mamíferos más hábiles y rápidos que necesitaban de mayor actividad física para abatirlos, de mayor gasto calórico.

Todas estas fluctuaciones dejaron a neardental dispersado y debilitado..., unas condiciones pocos ideales para recibir a un invitado que llegaba desde África con pasos largos, con un brillo en los ojos que delataba una inteligencia vivaz e inquieta, curiosa y flexible, de nuevas costumbres, con una estructura social distinta a la de ellos, con novedosas técnicas de caza y talla de herramientas..., y supongo que con algunas enfermedades que el poderosísimo sistema inmune de neardental no podría contrarrestar.

Neardental fue el especialista del frío..., algo parecido al mamut lanudo, cuando las condiciones en las que ellos evolucionaron desaparecieron, cuando surgieron nuevos actores en el prehistórico escenario no tuvieron tiempo de adaptarse y poco a poco sus poblaciones fueron mermando hasta desaparecer. Realmente no podían competir contra sapiens, el último homo que salió de África, ya con nuestros genes, ya con el diseño cerebral actual y con un físico moderno y eficiente.

Homo sapiens fue sustituyendo a las poblaciones que se encontró en su larga marcha, todo parece indicar que no se mezcló con las poblaciones que surgieron tras la primera salida del continente, que mantuvo su pureza genética hasta nuestros días..., del laboratorio africano había salido un homo que sería capaz de vivir en climas gélidos, sobre las ardientes arenas de los desiertos, entre las húmedas selvas, entre los enmarañados bosques europeos..., un ser que podría cazar o recolectar, que se decoraba el cuerpo y sus ropas, que era capaz de trazar dibujos sobre las paredes de roca, de tallar sobre el asta, el hueso y el marfil..., de pensar en si mismos como entes distintos al resto de los seres que ocupaban sus vidas..., todo eso fue demasiado para neardental. Pero parece que durante los 10.000 años que coexistieron junto a sapiens, llegaron a imitarles, llegaron a engalanarse tímidamente, a intercambiar productos con ellos y a imitar su tecnología en la talla lítica..., pero ya era demasiado tarde, la ventaja biológica de sapiens frente a ellos era insalvable, tanto que terminaron por desaparecer, por dormir eternamente sin que nadie honrase el cuerpo del ultimo neardental.









































































lunes, 12 de octubre de 2009

DIARIO DE HOMO: Pedaladas olvidadas, pedaladas en el vacío, entre una mente alterada y temerosa.

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Una intensa luminiscencia anaranjada se elevaba tras la carretera, tras los pinares, al otro lado del cercado de espino que delimita los terrenos de la base de la OTAN..., la luz debía de emerger del mar que no podía ver, le eché una ultima mirada y rodé como siempre, por la vía de servicio hasta voltear a la Bicipalo por encima del quitamiedos. Crucé la carretera y rodé ya por tierra hacia la Calderona..., y ahora mismo empiezo a recordar detalles de una pedalada olvidada a los veinte minutos de regresar al chalé, o puede que antes, creo que a partir del momento en el que me bajé de la Primigenia y me incliné hacia la cama de mi padre..., ahí terminó todo, pero ahora estoy empezando a recordar, recuerdo la bolsa de aire caliente que me esperaba junto al barranco de Pedralvilla, el ciclocomputador no tenía la capacidad para reaccionar tan rápidamente al cambio de grados, pero mi piel si, mis células termoreceptoras también y las áreas de mi cerebro encargadas de decodificar y de recrear esa sensación de calor también..., recuerdo que me miré los manguitos y me dije “coño, en el chalé hacia fresquito...” y me imagino que habré continuado pedaleando hacia las viejas cumbres de la Calderona.

Recuerdo que esa extraña calidez del amanecer me ha descolocado un poco..., aunque realmente llevaba fuera de la normalidad toda la semana, una semana convulsa y casi aciaga, angustiante y muy extraña.

Recuerdo que el jueves salí con la Flaca, recuerdo ese extraño calor y el viento del norte, pero sin las cuchillas cortantes con las que se arma durante el otoño o el invierno, realmente eran como lenguetazos calientes mas propios de Pascua o de las primeras tardes del verano..., me sentí en otro tiempo, como en otra estación..., lo único tranquilizante es que acaba de hablar con Joa, ella se marchaba de puente a la Sierra de Urbasa..., creo que los dos nos tranquilizamos al hablar, aunque fuese por el móvil, después de una semana convulsa y aciaga, extraña..., en la que nos habíamos marchado el uno del otro..., sin que yo hubiese reaccionado.

Era una pedalada rara..., y recuerdo ahora que cuando me he internado por una estrecha umbría, la temperatura ha vuelto a bajar, he aspirado los aromas del monte empapado y casi me he tranquilizado un poco, después he girado a izquierdas y he empezado a trepar hacia el Portixol..., deseando subir pos la Vigueta, pero he empezado a jadear, a sentir las piernas poco elásticas, débiles y a mi corazón como resentido después de una semana triste, confusa y que había terminado sacudiendo todo el esquema mental que había estado construyendo durante siete años, desde que el ictus de mi padre cambió mi vida.

Los párrafos de Oliver Sacks, leídos en “Un antropólogo en Marte”, me provocaban unos extraños escalofríos, afluían a mi mente mientras los pinos iban pasando junto a mi, mientras la Primigenia oscilaba hacia arriba y hacia abajo con los badenes, con las piedrecillas, mientras jadeaba mas cansado de lo normal, mientras olvidaba todo lo que veía..., los párrafos hablaban de problemas neuronales, de síndromes inquietantes, de ciegos que volvían a ver y casi enloquecían, de áreas cerebrales reorganizadas para sobrevivir en determinadas situaciones pero incapaces de volver a sus estados primitivos..., me preguntaba si a mi me pasaría lo mismo, me preguntaba si sería capaz de girar mi vida hacia Joa..., entonces rescaté esas palabras que tanto me gusta, esas expresiones que tanto me tranquilizan cuando la zozobra me zarandea..., “plasticidad neuronal, plasticidad cerebral...”.

Recuerdo que cuando he llegado al cruce que gira hacia la Font del Berro o que continua hacia el barranco de la Vigueta..., no me he sentido con fuerzas para ir por esa tortuosa pista que sube entre canchales y pedreras hacia el refugio de Tristan, esa que subimos Joa y yo en nuestra primera excursión. He girado a derechas jadeando, he dejado la pista a mi espalda y he subido cansinamente hacia el Berro, en solitario, rodando con la cabeza gacha y en medio de una serranía aún con sonidos, aún con vida brotando con esta última gota fría y viendo a los precoces, orondos y amarillentos suillis emergiendo de entre la pinocha que cubre la tierra rojiza de la serranía, cubiertos con sus cutículas marronaceas que día tras día se irán abriendo hasta agrietarse mostrando su esponjoso envés

Sacks hablaba de un ciego que volvía a ver tras cuarenta años de tan solo percibir sombras y atisbos de luz..., y de cómo descubre que no sabe ver, que no sabe reconocer un rostro..., al que confunde, al que ve como una mancha amorfa carente de cualquier significado o sentido. Describe los profundos cambios que irrumpen en la vida de Virgil, de la mano de Amy, una vieja amiga con la que se reencuentra después de varias décadas de distanciamiento y con la que termina casándose y afrontando de su mano esa operación de cataratas que libera sus ojos, de esas costras traslucidas, casi opacas que le privaron de la vista en plena niñez. Oliver Sacks termina el capitulo de la vida de Virgil, de su odisea visual con una tristeza y una pena que conmueve, con unas reflexiones que me golpearon porque me veía a mi mismo y a las circunstancias que han irrumpido en mi vida y en “mi mundo...”, como diría Joa.

Recuerdo que he coronado el collado de la Moreria, como tantas veces, como tantos otros días, como año tras año..., he visto de nuevo los terraplenes rojizos, con las raíces de los pinos asomando desnudas y retorcidas y me he dejado caer, me he cruzado con un grupito de ciclistas...,eso también lo recuerdo ahora..., y he continuado bajando, he vuelto a sentir el viento contra mi rostro y he visto de nuevo los horizontes de siempre, de un azul intenso, de un azul imaginario y hermoso, he visto algunas cortinas de humo inclinadas hacia levante y el cielo límpido, colores y formas, siluetas y perfiles, detalles visuales rápidos y perfectos, gamas de colores, de verdes y marrones, de grises y amarillentos..., que mi corteza visual procesaba casi a la velocidad de la luz y que me ha permitido ver, seguir viendo..., a Virgil, nos sigue contando Oliver Sacks, ese nuevo mundo le desbordó, golpeó brutalmente contra unas estructuras cerebrales reordenadas y especializadas hacia un mundo táctil y auditivo, hacia un mundo de tiempos y no de imágenes, no de espacios, un mundo que necesitaba tocar y palpar para percibir su existencia..., en ese momento, recuerdo que he cerrado el libro y he salido a dar una vuelta con los chuchis, angustiado al pensar que a mi me podría ocurrir lo mismo que a Virgil..., cuando una súbita complicación medica lo retorna a su ceguera, a su antiguo mundo, ese en el que se sentía seguro e identificado con una identidad, con una personalidad y verdaderamente feliz.

Recuerdo que el descenso me ha hecho sonreír, recuperar el aliento y algo de calma..., si, eso lo recuerdo ahora que lo estoy escribiendo, pero sigo recordando la lectura de “Un antropólogo en Marte” y como me he sentido angustiosamente identificado con Virgil, él llevaba 40 años privado de la visión y yo llevo 7 años dedicado a mi padre, a cuidarle, a dormir junto a él y a renunciar a mis propios deseos y anhelos, a enterrarlos entre mis circunvoluciones cerebrales, a amordazarlos para poder soportar las noches, los días, las tardes de los sábados y de los domingos, todos los días de la semana, a renunciar a mi vida como Pedro, a no escuchar música, a no poder ver ninguna película sin que mi madre cambie compulsivamente de canal, a no poder escuchar alguna noticia interesante..., y a crear un mundo a mi medida, a la medida de mi padre y de sus minusvalías...,un mundo exclusivo en el que no cabía Joa ni cualquier otra mujer o amigo.

Recuerdo como hace 7 años me sirvió para elevar mi autoestima, la gente me daba la mano y alababa lo que estaba haciendo y yo me sentía bien y digno, por fin hacia algo bien, algo sin su tutela, sin su mirada escrutadora.

Recuerdo que me he desviado hacia la Font de l´Avella, como suelo hacer últimamente, un breve repecho y luego esas curvas en forma de lazos a derechas y a izquierdas, a la sombra de un sol que hasta ese momento me había estado acribillando a destellos por mi izquierda, sol y sombra, sol y sombra..., ha llegado un momento en el que ya no veía bien la pista y sus piedras, sus bancos de gravas, sus cantos mas gruesos desprendidos desde las paredes estratificadas con la lluvias..., y he agradecido la umbría, la sombra a este lado de la sierra.

Creo que nunca he decidido nada en mi vida, que nunca he tomado una determinación más o menos trascendente, siempre me he dejado llevar por los entornos en los que me he movido..., aunque siempre con reservas, siempre con una especie de extraño o estrafalario criterio propio que me hacia divagar dentro de mis pensamientos. De pequeño me encantaba perderme por los pinares de las llamadas Tierras Altas, observar a los animales, a los insectos..., tratar de recrear lo que veía y me fascinaba en los documentales de Félix Rodríguez de la Fuente y a veces lo conseguía..., esto ya lo he escrito otras veces, pero son recuerdos hermosos, gratificantes pero no tan obsesivos como los de Franco Magnani, otro de los protagonistas del libro de Oliver Sacks, un hombre capaz de pintar de memoria el pueblo donde nació, en la Toscana italiana, Pontito, un hermoso pueblo, placido, cálido y rodeado de fértiles tierras, de cuidadas huertas, de generosos bosques..., hasta que a medidos de los cuarenta es invadido por los nazis..., y a veces me pregunto porque no conservé ese interés por la naturaleza, porque no determinó mi vida estudiantil, porque no marcó una senda sobre la que caminar hacia algún lugar concreto..., imagino que por esa incapacidad de decidir, de elegir, de pensar por mi mismo plenamente.

Recuerdo que he salido a la pista que viene de Porta Coeli, he rodado un poco por ella y me he vuelto a salir por la misma pista estrecha y rota que sube desde la Cova del Judio, ese tramo que siempre desprende aromas de bosque húmedo y fértil..., cuesta abajo, rozando mis antebrazos contra las matas de coscoja que poco a poco van estrechando el carril.., ni siquiera fui capaz de elegir algo que estudiar cuando terminaba 3º de BUP con un montón de suspensos, no se, era un dejarse llevar por los acontecimientos sobre los que yo apenas influía, mientras mis amigos, los que hice en 1º de BUP enfocaban sus estudios y sus proyectos hacia sus carreras universitarias. Yo dejé el colegio en ese último curso y empecé a trabajar junto a mi padre, a aprender el oficio sin alegría pero sin obligaciones, sin entusiasmo pero sin anhelos de hacer otra cosa. Creo que por entonces seguía teniendo una escasa capacidad de concentración, me solía equivocar y mi padre me voceaba aquello de “Ferran, ferran..., perdreras el ofici...”, en valenciano, que quiere decir “equivocándote, equivocándote..., perderás el oficio...”, a mi esa afirmación me parecía exagerada, pero no decía nada, agachaba la cabeza y seguía trabajando.

Recuerdo que después, cuando he llegado a las primeras casitas, me he lanzado por una senda que sale a otro camino, he atravesado uno de los barrancos que vierten sus aguas al de Pedralvilla y he remontado entre unos chales, primero por tierra y después sobre una lengua de asfalto ligero que asciende bruscamente, ahora también recuerdo que me he levantado y he subido pedaleando de pie.

Los últimos años antes del infarto cerebral fueron muy tensos en la carpintería..., esto también lo he escrito alguna vez, pero bueno, lo escribo otra vez, lo recuerdo otra vez..., necesito esa perspectiva, necesito volver a ver todo aquello, ese pasado, puede que para decidir sobre mi presente y sobre mi futuro cercano..., mi padre estaba “quemado” y creo que ya deformaba la realidad laboral y comercial a su gusto y conveniencia. Nuestras diferencias de criterios eran ya insostenibles..., pero yo no levantaba la voz ni trataba de enviarlo a casa, como jubilado que estaba, mi padre decía, sobretodo a nuestros clientes, cuando iba a cobrar, que yo arruinaría la carpintería..., y yo ni siquiera sabía si arruinaría la carpintería o que coños haría, nunca había podido tomar el timón, nadie me había enseñado a tomar decisiones, a creer firmemente en mis ideas, a ponerlas a prueba. Y fui incapaz de hacerlo mientras mi padre estuvo sano..., pero bueno, no le hecho en cara nada, no le recrimino nada..., eso tampoco me aliviaría, él pertenecía a otra generación, a la gente de la Guerra Civil..., a él nadie le enseñó a ser padre. El, a los trece años empezó a trabajar en una carpintería, también porteaba maletas en la Estación del Norte..., creo que fue un niño demasiado inquieto y soñador compulsivo..., no le puedo recriminar nada..., es tarea mía saber decidir o empezar a decidir que quiero hacer con mi vida.

Y fui incapaz de hacerlo hasta que llegó el infarto cerebral y lo derribó, le fue privando de la movilidad lentamente, durante unos cinco días en los que los médicos no podían hacer nada salvo esperar a que dejase de infartar..., incluso la naturaleza decidió por mi, ella lo apartó del taller, de la carpintería y me la entregó súbitamente..., de eso hará 8 años en diciembre y aún sigo soñando que mi padre se recupera, que vuelve a andar y a mover su brazo derecho, entonces me ajito en la cama y trato de despertarme, enciendo la luz de la mesilla y le veo en la cama, quieto, inmóvil, con las encías hundidas, respirando con la boca abierta..., y siento un enorme alivio, a veces también sueño que no puedo encender la lamparilla, que permanezco en la oscuridad, a veces también sueño que voy conduciendo y que tomo una curva, poco a poco me voy saliendo y termino perdiendo el control, caigo a un barranco..., pero el coche planea, como para darme tiempo a ser consciente de que me estoy estrellando..., pero aterriza suavemente y vuelvo a la carretera o ruedo sobre un campo hasta que paro sin daño alguno. A veces también, durante ese mismo sueño me digo “esta vez no es un sueño, esta vez no...” y es curioso, porque yo rara vez paso de 90 por hora conduciendo.

Recuerdo que al final he decidido subir hasta la última colina, en ella hay algunos chales hechos por sus propios dueños, con sus manos, durante los fines de semana, mientras las mujeres preparaban los almuerzos y las paellas..., he vuelto a ver a unos cuantos de esos propietarios trasteando sobre el tejado de una de esas casas que tantas horas y sudores se llevan en sus paredes y que tanta ilusión se vuelca en ellas..., después he empezado a bajar por una lechada de hormigón, también revirada y llena de lomos y de pequeños baches. Recuerdo que durante esa ruta, entre casitas aisladas y pinares solía levantar la vista, buscando un águila que planeaba serena y ajena a mi presencia, recuerdo las nubes que flotaban sobre ella y lo gozoso que me sentía..., pero creo que hoy no he mirado hacia arriba, si es que hoy he pedaleado.

Ausencia de emotividad, de ilusión, de risa, incapacidad de alargar la mano y tocar mas allá..., a veces recuerdo la película de Jim Carrey, “El show de Truman” y me veo a mi mismo tratando de tocar el limite de “mi mundo”, como diría Joa..., sus confines..., Truman lo hace montado en una barquita y descubre que ese cielo es un decorado, que el océano era un lago y que había vida mas allá de su “mundo”..., y a mi me parece que lo hago encima de la Bicipalo, tratando de hacer girar la rueda delantera algo mas, tratando de mantenerla recta para que siga avanzando en vez de girar y volver sobre mi rastro..., hablo de no dejarla escapar, hablo de no ver como la mejor galga corre hacia el páramo sin que yo vea ninguna liebre, quedándome quieto..., como Franco con sus recuerdos obsesivos de Pontito, como Virgil regresando a su ceguera, a “su mundo” táctil y sensorial..., o sintiéndome como Greg, otro de los personajes reales con los que trabaja Sacks en su libro. Greg es un joven que vive intensamente los años sesenta en Norteamérica, termina abrazando las creencias y convicciones de los Hare Krishna y finalmente se recluye en uno de sus templos. Con el paso de los meses, Greg comienza a tener problemas de visión, pero los monjes no le dan mayor trascendencia, incluso llegan a argumentar que forma parte de su maduración espiritual, prueba de ello era su actitud, cada vez mas encalmada y con mas momentos de introspección, de silencios casi místicos y de una expresión facial tranquila, serena, ausente..., lejos de los gestos hastiados, tensos o desagradables que generan los pensamientos contaminados y anhelantes del materialismo..., pero Greg no había alcanzado ningún estado elevado, no se había desprendido de las miserias humanas y terrenales..., un tumor, del tamaño de un limón había estado creciendo en su cerebro hasta afectar al quiasma óptico y a varias zonas cerebrales..., de manera irreversible. A veces Joa me dice “es que me trasmites calma, serenidad, estar a tu lado me tranquiliza...”, entonces me siento un poco como Greg, no es calma, no es aplomo..., creo que es sumisión, inmovilidad..., o puede que una mezcla de todo, no se. A veces creo que estoy aparentemente tranquilo porque me han abandonado las emociones y si eso es verdad quiere decir que me estoy asomando a un precipicio, que tengo un pie en el vacío..., sin emociones no hay vida. A veces repaso las facturas y veo que hay varios clientes que no me han pagado, entonces miro el telefono y pienso en llamarles..., pero al final no lo hago, casi me da igual, ya pagarán..., aunque yo pague siempre al contado..., si Joseph Julián o Germán leen estas líneas se llevarán las manos a la cabeza..., cobrar a plazos y pagar al contado es ruina segura a medio plazo...., a veces la calma es sinónimo de abandono, de silenciosa derrota, de claudicación sin resistencia.

Y recuerdo que después he salido a la vía de servicio, apenas si me he cruzado con ciclistas y he vuelto al chalé. He dejado a la Bicipalo apoyada en la pared y he entrado a la habitación que comparto con mi padre..., y me he visto reflejado en el pequeño espejo, iba vestido de ciclista pero ya me había olvidado de que acababa de pedalear por la sierra..., ni siquiera alguna foto del amanecer que habría quedado como prueba de esa pedalada olvidada, vacía, ensimismada..., bueno, alguna he hecho a los suillis, pero echando una ojeada al móvil descubro las fotos que he hecho estos días cuando paseaba con los chuchis por los pinares, entre los charcos recargados con la borrasca de la semana pasada...

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...a solas, sin ninguna cinturita a la que sujetarme..., pero volviendo a sonreír cuando descubrí los primeros niscalos, llamados por aquí “rebollons” o “esclatasangs”, que en castellano podría traducirse por “explotasangre”..., al amparo de las espinosas hojas de una coscoja.

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viernes, 9 de octubre de 2009

"POR QUE LOS HOMBRES MUEREN ANTES" por la doctora Marianne J. Legato

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Descubrí este libro ojeando una revista y decidí comprarlo, me fui a pié hacia el Fnac de San Agustín mientras una enorme tormenta se cernía sobre la ciudad..., pensé en Joa, había ido a correr con los “misjueves” a Requena y observé que la tormenta venia desde allí. Antes de llegar retumbaron algunos truenos y me llegó justo para guarecerme de la tromba de agua. El local volvió a parecerme algo obsesivo, deambule con cierta soltura, recordando la confusión de la primera vez que entré aquí, pero conseguí llegar a la librería sin mayores problemas, pregunté a un empleado por el libro y se frotó la barbilla.

- Si que lo tenemos y según la pantalla debe de quedar uno..., vamos a ver.

Seguí al joven entre las estanterías, tratando de encontrarlo antes que él pero su mano se movió habilidosa entre los lomos de los libros y localizó el último ejemplar.

- Aquí está.

- Ah, muchas gracias..., yo no lo habría encontrado.

El muchacho sonrió y ya mas aliviado paseé un rato, ojeando algunos libros y comprando uno mas titulado “Un antropólogo en Marte” de Oliver Sacks.

Cuando me asomé a la calle, aun seguía lloviendo, un buen número de personas se habían guarecido bajo el vestíbulo, el tráfico levantaba cortinas de agua que barrían las aceras y el vendaval que acompañaba a la tormenta nos enviaba soplidos de lluvia que nos hacía retroceder. Pero apenas duró unos diez minutos y poco a poco la lluvia remitió, las nubes se fueron dispersando y el sol de la tarde se derramó sobre las calles empapadas.

Por la noche separé las paginas y Marianne J Legato comenzó a hablarme de su padre, un medico de origen italiano que nada mas desembarcar en Norteamérica abrevió su apellido, Santo por el de Sam..., su hija comienza así este libro editado por Urano, en un formato sencillo, con la portada mostrando el torso de un hombre que sujeta un reloj de arena.

- Me llamo Sam...

Algo así debió decir ese futuro medico que sabia, ya a los seis años de edad que debería sobrevivir a toda costa en ese nuevo país y que ya parecía intuir que para hacerlo se debería integrar cuanto antes. También debió imaginar, por la educación que recibió y por sus propias observaciones que él debería formar una familia, mantenerla y luchar por ella por encima de cualquier circunstancia..., y esa es la idea central en la que se apoya su hija, la autora de este libro, para ofrecernos algunas respuestas a ese hecho que todos conocemos y sobre el que algunas vez nos hemos preguntado, ¿por qué los hombres morimos antes que las mujeres...?.

La doctora Legato comienza este libro casi en un tono de denuncia y también en un tono maternal y cariñoso hacia nosotros, hacia los hombres, en sus palabras los más valientes, los más abnegados, los más entregados y los más altruistas para con el mundo entero. Llama la atención a la sociedad sobre nuestra fragilidad biológica, pese a nuestra mayor envergadura, pese a nuestra masa muscular superior y de mayor velocidad de crecimiento que la de las mujeres..., somos más débiles, según Legato, al tiempo nos cuenta como algunas áreas cerebrales maduran a distintas velocidades en niños y niñas, sobretodo las encargadas de valorar las situaciones de tensión o peligro. En lo chicos tarda mas que en las chicas, por eso cuando se alcanza la adolescencia y se produce ese aumento de estatura, de masa muscular, de poderío físico..., los muchachos tienden a envalentonarse, a no ver el peligro mas evidente, a actuar por esos impulsos que coinciden con el aumento de testosterona..., una mixtura desgraciadamente mortal. Todos hemos visto o protagonizado alguna vez esas exhibiciones de temeridad bordo de motos o de coches, inclusive de peleas, de arranques de violencia destinada únicamente a magnificar nuestro ego ante ellas o ante nuestros amigos o enemigos.

Hay algunos investigadores que afirman que realmente fueron las mujeres las que eligieron y seleccionaron ese tipo de comportamiento dominante y agresivo, en nuestros ancestros, pero justo en el momento en que surge ese primer ancestro homo, que hoy por hoy es el Homo habilis, hasta ese momento, hace unos 2.8 millones de años, los grupos de primates no dependían de machos que les proporcionasen alimento o protección. Realmente se limitaban marcar un territorio de recolección, hasta ese momento cada miembro de los grupos se alimentaba por si mismo sin necesidad de que ningún macho recolectase para ellas, siempre hablando de primates y de una alimentación exclusivamente vegetariana.

Pero tras la fractura de la falla del Valle del Rift se produce una división geográfica infranqueable entre las distintas especies de primates arborícolas que ocupaban aquellas selvas impenetrables. Miles de años después, las familias que quedan expuestas a los vientos secos, a la ausencia de precipitaciones y a la aparición de la sabana..., evolucionan hacia el bipedismo, hacia nuestros ancestros directos y poco a poco se van formando clanes socialmente mas complejos, va surgiendo el lenguaje primitivo y creo que es en ese momento, aventuraría que hace unos 300.000 años comienzan a dividirse los papeles entre aquellos machos y hembras de Homo. Los bebes comienzan a nacer prematuramente y necesitan mas cuidados, las hembras dedican mas tiempo al cuidado y no pueden recolectar, en ese momento es cuando comienza a seleccionarse ese linaje de machos protectores, valientes y dominantes. Si quieren que sus hijos vivan deberán alimentar a las hembras mientras estas no puedan valerse..., el mas temerario cazará más, será admirado y obedecido..., aunque también morirá en alguno de esos lances pero dejando una progenie que contendrá sus genes.

La doctora Legato nos descubre unas informaciones estremecedoras sobre las condiciones intrauterinas de los fetos masculinos, ya desde el inicio de la gestación comienzan nuestras desventajas..., bueno yo he dicho gestación pero es que realmente se produce desde el mismo momento de la concepción, desde el momento en el que el brioso espermatozoide consigue fecundar el óvulo. La doctora Legato lo describe así: “En el momento de la ovulación no todos los óvulos, conocidos como ovocitos, están plenamente desarrollados. Lo mas curioso es que el espermatozoide portador de un cromosoma Y tiende más a fertilizar un óvulo imperfecto que el que lleva un cromosoma X (que dará lugar a un feto femenino). Los impetuosos espermatozoides con el cromosoma Y simplemente no tienen la capacidad para determinar cual es el óvulo mas sano y competente, en cambio los que llevan el X si que la tienen. Parte de la vulnerabilidad del embrión XY se debe por tanto al escaso criterio de un espermatozoide con un cromosoma Y que fertiliza indiscriminadamente a un óvulo imperfecto...”

Cuando leí esto no pude evitar reírme de mi mismo, de mi condición de chico y de esos tópicos que nos identifican como inconscientes y facilones.

Después de esta descripción el libro nos detalla en que se traduce esa falta de “juicio” del espermatozoide, mas preocupado en “meter” cabeza que en seleccionar..., y vuelvo a sonreír, no puedo evitar pensar en esos chistes que cuentan las mujeres sobre nosotros o en esas anécdotas inventadas, como esa de que ante la duda te quedas con la rubia tetuda.

Según la doctora las diferencias no terminan aquí, incluso antes de esa concepción ya estamos en desventaja, la información genética de los espermatozoides esta sometida a unos factores externos contaminantes que dificultan la duplicación y reparación del ADN, como consecuencia esa información genética corre un riesgo altísimo de ser incorrecta o de estar mal reparada cuando agentes tóxicos externos las afectan. El espermatozoide vive en un medio graso, el estado ideal para retener toxinas que afectaran a su ADN, mientras que los óvulos permanecen protegidos dentro del abdomen femenino y solo se exponen en cada ovulación.

En la pagina 40 comienza la exposición detallada de esas desventajas, cuando terminas de leerlas no puedes evitar soltar un suspiro y pensar, “ostras, estoy vivo de milagro...”.

- El sistema inmune de los niños es débil, incapaz de hacer frente a las infecciones intrauterinas que un feto femenino resuelve sin problemas.

- A veces, las madres desarrollan una curiosa alergia contra esos fetos masculinos, se inflama la placenta y aumentan los riesgos de abortar.

- La posibilidad de un desarrollo pulmonar incompleto o defectuoso es mucho mayor en los varones, los andrógenos masculinos retrasan y disminuyen la producción de surfacante, una sustancia que tapiza los pulmones y facilita el intercambio gaseoso. Eso no ocurre en las hembras.

- Los fetos femeninos suelen aumentar su ritmo cardiaco durante el parto, eso oxigena el cerebro y aumenta la posibilidad de supervivencia, los fetos masculinos tienden a enlentecerlo o a no acelerarlo y la posibilidades de falta de oxigeno en la sangre aumenta peligrosamente.

- Las mujeres que esperan un chico aumentan las posibilidades de desarrollar la diabetes llamada gestacional y curiosamente también aumentan los problemas de cordones umbilicales anudados alrededor del cuello del recién nacido.

- Existe una hormona llamada gonadotropina coriónica que gestiona la cantidad de sangre que recibe el útero y la placenta..., resulta que varia en función del sexo del bebé y durante el último trimestre de la gestación disminuye si es chico.

- También parece que el estrés que pueda sufrir madre gestante afecta de distinta manera al feto si es chico o chica. Si es varón se resiente y es posible que quede afectado de por vida, de manera que las situaciones de presión ejercerán mayor influencia negativa sobre él. Parece que los fetos femeninos reaccionan y se defienden de ese estrés gestante regulando la producción de hormonas des estrés desde sus glándulas suprarrenales.

Con esta presentación, Legato nos va poniendo sobre la senda de las diferencias biológicas entre hombre y mujer, más allá de los órganos sexuales, obviamente. Nos habla de una medicina de genero especifica para cada sexo y a partir de la exposición de las razones para esa diferenciación, la autora comienza a describirnos los distintos estadios del ser humano, desde la niñez, la adolescencia, la madurez..., todo contrastado y comparado por medio de estadísticas que en algún momento hacen perder el interés, el ritmo o la curiosidad despertada por el inicio del libro. También habla de las profesiones propias de los hombres, de las enfermedades o dolencias que acarrean y se recrea en una frase que según ella, describe perfectamente la actitud del hombre, del varón ante las enfermedades: “los hombres no lloran...”. Legato nos habla de su padre y de cómo ignoró la sangre en su orina hasta que el cáncer de vejiga terminó con su vida, una actitud típica de los varones, esconder el dolor, la depresión, la ansiedad..., hasta que es demasiado tarde.

En la parte final habla de nuestra vejez, de nuestro desequilibrante bajón de testosterona y sus consecuencias, de las osteoporosis que también padecemos y de las enfermedades coronarias, casi la principal causa de muerte masculina.

“Por que los hombres mueren antes” nos ayuda un poco mas a comprender nuestra fisiología y nuestras diferencias biológicas con las mujeres, nos dice que la forma de vida que elijamos va a ser determinante en nuestra longevidad, mas de lo que se creía hasta ahora..., lo que no dice es que, posiblemente esa diferencia de vida entre hombres y mujeres se irá igualando lentamente. Las mujeres están accediendo a trabajos hasta hace décadas vetados, las mujeres ya ocupan puestos importantes en empresas que las estresan tanto o mas que los hombres, deben de luchar mas por esos puestos de trabajo, sufren un mayor desgaste cuando se separan y quedan a cargo de los hijos o cuando simplemente desean tenerlos y criarlos ellas solas, también están practicando los mismos deportes de riesgo que los hombres, fuman y beben a edades mas tempranas y durante esa adolescencia también están demostrando temeridad y desprecio por el riesgo..., ellas se están poniendo a la altura de los hombres en todos los terrenos, por tanto sufrirán las mismas consecuencias..., aunque como dice Legato, como nos cuenta y demuestra, siempre jugarán con una ventaja biológica, quizás la naturaleza las hizo mas fuertes porque al fin y al cabo ellas reproducen la vida, nosotros tan solo fertilizamos, tan solo masculinizamos unas células para que continué la reproducción, el intercambio genético que garantice la variabilidad de las especies, de los individuos, la evolución de la vida hacia especimenes y sistemas cada vez mas complejos y dinámicos, mejor adaptados al entorno.